Pedro Edgar Rizo Peña

Todo empezó como un acto reflejo de resistencia a la situación que hizo que millones nos recluyéramos por meses en nuestras casas. Luis Enrique Camejo Vento , artista al fin, como otros dió rienda suelta a su imaginación y “viró” –en alusión a las tazas de café y su preciado líquido- sobre las cartulinas las imágenes que ya sea de memoria o con apoyo visual, tenía en su almacén de observaciones pasadas. Para Camejo dibujar es como descubrir, es algo nuevo en cada pieza, es un secreto cada noche realizado. Un dibujo llevó al otro así hasta sobrepasar el centenar de piezas de pequeño y mediano formato, tal y como sucede cuando una va pasando un río de piedra en piedra hasta llegar a la otra orilla, en franco guiño a la sabiduría asiática tan presente en esta muestra. 

Artista de grandes lienzos, esta vez concentra en pequeñas cartulinas y otros soportes de papel, igual fuerza que sus pinturas. No se regodea en el óleo, sino que combinado técnicas, usando el café como esencia, va formando a través de líneas y trazos a veces descuidados otros a propósito imágenes miles. Desde la sencillez de dibujo de un rostro familiar, la silueta de una amante sensual, bicicletas, autos, tranvías, peatones y calles de su Habana – la antigua y la moderna- viaja en el tiempo y en el espacio a redescubrir lugares desconocidos para nosotros, para él vivenciales, llega al Asia y se apropia de los cánones del dibujo japonés, asume el reto de la caligrafía china y sus paisajes topográficos con la Muralla China. La naturaleza está contenida igual en el trabajo en solitario del artista, las olas no solo la Gran Ola Kanagawa, sino aquellas que refrescan en el malecón de su cubanía; los animales no son excluidos de los temas de dibujo, osos –pandas y pardos- ballenas son algunos de los presentes. 

#CoffeeTime, más allá de una selección de dibujos, es una autobiografía de Camejo. Estos dibujos son los recuerdos de una vida, un intento de resumir los acontecimientos más importantes que hasta ahora ha vivido, los lugares recorridos o soñados recorrer, los artistas y obras que más han influido en su estilo, las personas que han marcado hitos en la historia reciente de su persona. Son dibujos sin ánimos de ser llamado en serie, son obras a veces inacabadas como casi siempre sucede con los momentos de la vida. Su lenguaje –de los dibujos - a diferencia de los grandes lienzos a los que nos tiene acostumbrado, es sencillo (pero no simple) y muy directo, tal y como son las conversaciones intimas con amigos café por medio. 

Los muchos que nos llegamos, a través del centenar de piezas (hago un alto para celebrar el proceso curatorial y museografia de Meira Marrero e Indira Carrillo Álvarez y montaje por Carlos Montane, pues maniobrar con tal volumen de piezas en papel sólo lo había visto en la exposición “Fabelo sobre Papel”, y en un espacio más reducido como es la Galería Collage Habana, el mérito es doble para ambos por la armonía de la ubicación de cada pieza y su diálogo con las que le rodean) nos identificamos con Camejo, con sus experiencias, como si dibujáramos nosotros a través de los pinceles y las manos de él. Aun siendo bidimensionales las obras, la naturalidad de las líneas del dibujo y la expresividad de las imágenes resultantes casi se percibe una tercera dimensión y si se le agrega a la conjunción de olores del café que de las cartulinas se expide, llevamos a un nivel sensorial extra la contemplación de este resultado. 

Cubano creativo, se sobre puso a las dificultades, y sacó ventajas: la intervención de una columna derruida convirtiéndola en una especie de mural policultural por llamarlo de una forma: la presencia del árbol de Sakura, la Gran Ola de Kanagua, El toque de Dios, ninjas manga, cruceros, aviones, almendrones; todos resultantes de la presión desmedida (como la realidad vivida en tiempos de Covid) de una cafetera, cuyo único escape fue una explosión de creatividad. 

El café, “néctar negro de los dioses blancos” les regala una nueva sensación a los dibujos, como un valor añadido que tal vez sólo los cubanos de hoy sabrán apreciar, y cuando otros (foráneos) visiten la exposición jamás podrán entender porque nosotros sonreímos cuando escuchemos #coffeetime. 

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Ministerio de Cultura de Cuba

Consejo Nacional de las Artes Plásticas (CNAP)

Fondo Cubano De Bienes Culturales

Galería de Arte "Collage Habana"

Behart